Esta mañana me ha costado recordar que hoy empezaba el ayuno. He estado a punto de tomarme mi vaso de zumo recién exprimido mientras se lo hacía a los niños.
He tenido un primer día muy anormal.
A penas he tenido el típico dolor de cabeza de no tomar café ni la tensión muscular en el cuello. Tampoco he tenido sensación de hambre en casi todo el día. En este momento, mientras escribo esta entrada, empiezo a notar el calor en el estómago previo a los "rugidos". Es como si mi estómago de enterase de que estamos hablando de el.
"El hambre esta en la cabeza... El hambre esta en la cabeza..."
No me he pesado, ni me he medido el contorno de la cadera, ni he controlado cuanta agua he bebido... Por todo esto es por lo que siento muy diferente este principio ayuno. Estoy empezando "a medio gas" , como con pocas ganas y sintiendo que si no lo hago en esta semana ya no haría mi depuración completa de primavera.
He pasado momentos de vaivén emocional, ratos de estar enfadada y también de tristeza. Hoy me ha costado respirar y contar hasta 10... Pero lo he conseguido casi todas las veces (aunque seguro que los niños han notado ese ir y venir mío)
Han sido unas sensaciones peculiares las de hoy... Por lo menos estoy contenta de haber pasado mi primer día de ayuno.
Para mañana me gustaría encontrarme más centrada. Seguro que la vuelta al trabajo y a las rutinas me ayuda.
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