sábado, 27 de agosto de 2016

OTOÑO DE 2016.DÍA 3

Nunca resulta fácil encontrar el mejor momento para empezar un nuevo ayuno.
Siempre habrá una comida familiar, una celebración, una reunión de amigos, un viaje...Cualquier cosa que poner como excusa para no encontrar la voluntad necesaria. Y es que...es difícil encontrarla.

Tras mi último intento fallido de completar mi ayuno depurativo en primavera, temía que me pasara lo mismo en esta ocasión. Creo que ya comenté que mis circunstancias familiares habían cambiado y con ellas un sinfín de rutinas que traía bien aprendidas. Entre ellas la de realizar esta depuración dos veces por año. En aquella ocasión me resultó imposible ir más allá de 3 días. Compartí el ayuno con mi pareja (para el era su primera vez) y no hicimos más de 3 días. Me supo a poco, la verdad. Estábamos en pleno trabajo, con muchas obligaciones por delante y encajando todavía todas las piezas de nuestro particular puzzle.

Ahora he vuelto con mucha fuerza, con la determinación necesaria. No hice ningún previo al ayuno, simplemente me marqué un día para empezar y llevé una vida normal hasta ese momento. Incluso salimos a cenar la noche antes del día D y comí una de las peores cenas que recuerdo (en cuanto a  calidad)

He vuelto a hacer el ayuno estando sola con los niños. Mi pareja ha tenido que salir unos días por cuestiones profesionales, por eso marqué ese día para empezarlo.Temía no ser capaz de seguirlo si él estaba en esos primeros días. Nos encanta compartir la cocina. Tomarnos juntos una copa de vino con queso o una cerveza con algo de picoteo mientras charlamos es un placer al que es difícil renunciar. El volverá cuando yo esté en mi 6º día de ayuno, así que ya habrán pasado los peores momentos.
En esta ocasión, para hacerlo más sobrellevable y no tener que abandonar al segundo día por las obligaciones de llevar la casa y la familia yo sola, decidí hacer un primer día mixto con agua y licuados de frutas y verduras. Creo que no me hizo bien hacerlo de esta manera, sentía una debilidad inusual. Los mareos y la falta de energía fueron bastante grandes a partir de la media tarde del primer día y se prolongaron hasta el día siguiente. Volví a tomar un zumo de naranjas recién exprimido la mañana del 2º día. Tuve que estar acostada un buen rato porque tenía unos mareos tremendos. Por suerte pude llevar a los niños a casa de los abuelos y en ese ratito relajarme sin obligaciones. Me eché una siesta de hora y media y cuando me levanté, lo hice sin mareos ni mal cuerpo. Parecía que lo peor ya había pasado. Desde ese momento sólo he tomado agua.

Analizando un poco qué podía haber pasado para haber llevado tan mal esos primeros dos días, creo que pueden ser dos cosas: no haber hecho una preparación previa al ayuno comiendo más sano o haber tomado zumos que me hacían oscilar entre ayuno e ingesta. De cualquiera de las maneras, ya han quedado atrás esas sensaciones y he entrado en "modo travesía" desde aquella siesta.

Voy a poner los datos de estos primeros 3 días para llevar un control y que este diario tenga su sentido.

DIA 1
73,9 Kg
2 litros de agua
1 licuado de pomelo, naranja, pimiento rojo y zanahoria (500 ml)
1 licuado de pepino, apio y naranja  (400ml)
1 licuado de mandarina, naranja, pomelo y pimiento rojo (500ml)

DIA 2
73,2 Kg
2,5 litros de agua
1 licuado de naranja y zanahoria (300ml)

DIA 3
72,1 KG
2,5 litros de agua
1 infusión de rooibos

Espero tener la voluntad suficiente para poder completar, al menos, una semana de ayuno. Por aquí estaré compartiéndolo, como siempre.

Un saludo!

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