domingo, 20 de septiembre de 2015

OTOÑO DE 2015. DÍA 1

72.4 kg
1 rooibos con una rodajita de jengibre fresco
1 vaso de zumo de limón
1.5 litro de agua


Tal y como os comenté en la última entrada, ayer viernes empecé el ayuno no tomando la cena. Tampoco tomé agua lon limón. Comí bastante bien todo el día, así que no me costó a penas trabajo dejar de cenar.


Hoy sábado ya ha aparecido el dolor de cabeza al medio día. También he notado somnolencia, incluso habiendo dormido bastante (9 horas o más esta noche), así que me he echado una siesta reparadora. He esperado demasiado para beber más agua. Como he tenido poca sensación de hambre, a penas he bebido. Esto es muy importante para permitir salir las toxinas a través de la orina. Si no se bebe lo suficiente tendremos en nuestra sangre un montón de toxinas que nos harán sentir en general bastante mal.
En general me he sentido bastante cansada y con dolor de cabeza y cuello la mayor parte del día. 

Durante todo el día he estado reflexionando sobre la salud. Es un misterio cómo la vida es una ruleta en la que no sabes cual va a ser el resultado. Es complicado encajar la enfermedad dentro del día a día. La enfermedad molesta, paraliza, incomoda, nos hace sentir miedo. Deseo que todas las personas a las que amo sean inmortales, pero ni siquiera yo puedo hacer nada para intentar serlo. Realmente cualquiera de nosotros podríamos estar enfermos y no saberlo. Hasta que no hay síntomas, la enfermedad es invisible. Supongo que cuando una se entera de que tiene una enfermedad grave, del tipo de las que no dan síntomas claros, de repente la vida se paraliza. Te sientes desorientada, desconcertada, las prioridades que hasta ahora habían sido claras, se vuelven una maraña.

Deberíamos vivir aprendiendo a dar sitio a la enfermedad. No creo que sea necesario actuar como si no hubiese un mañana, pero hay que ser muy consciente de que aquí estamos solo por un tiempo. Nadie se va a quedar para siempre. La Felicidad debería encontrarse en las imperfecciones diarias y no esperar a que todo esté como creeamos que debe estar. A lo mejor ese momento nunca llega. A lo mejor llega demasiado tarde. Por suerte he conocido a personas que saben cómo gestionar estas noticias y que ,con su crecimiento personal, ayudan al resto a ver la vida desde otra perspectiva. Muchas gracias por estar ahí.


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