Hace algo más de un año estaba mirando vídeos sobre el ayuno
depurativo y en los vídeos relacionados me apareció uno de Ángel Gracia.
No tenía ni idea sobre lo que trataba el vídeo, pero lo abrí por descubrir qué tenía que ver el agua del mar con la depuración y el cuidado de la salud.
No tenía ni idea sobre lo que trataba el vídeo, pero lo abrí por descubrir qué tenía que ver el agua del mar con la depuración y el cuidado de la salud.
Gran hallazgo. Me pasé varios días investigando más sobre el
tema. Encontré páginas web dedicadas a este tema, blogs, organizaciones… Después
de informarme bien, me decidí a probar los posibles beneficios. Lo primero que
hice fue informar a mi médico de cabecera y pedirle una analítica completa para
poder repetirla un poco después y comparar los resultados. Mi médico de
cabecera no es un médico al uso, me explico. Es un doctor que mezcla la
medicina occidental y la oriental. En sus recetas usa productos de la farmacéutica
y el limón, por ejemplo. Si llegas con síntomas gripales, te manda a tomar algún
medicamento, que dejes el azúcar, el arroz y el pan y que tomes una cucharadita
de zumo de limón cada 10 minutos a lo largo de la mañana. Y lo mejor de todo es
que funciona! También da acupuntura y usa electrodos para la ansiedad, el estrés,
la pérdida de peso…
Él me anima siempre para que siga con mis períodos de ayuno,
de hecho fue el primero que me hizo reflexionar sobre si era necesario tomar el
sirope de arce. Me dijo que el ayuno sólo de agua o con un poco de zumo de limón
era más que suficiente.
Pues cuando le conté que iba a empezar a beber agua de mar
me dijo que le parecía muy interesante y que tomaríamos índices para comprobar
después los resultados. También a el le interesaba conocer más al respecto.
Como vivo cerca de la costa, una mañana compré una garrafa
de 50 litros
y me planté en la playa. Me remangué el pantalón y allí me metí, medio loca con
el frío que hacía, a recoger agua del Atlántico.
Empecé mezclando en una botella de 1.5 litros un vaso de
agua de mar con agua del grifo. Esa era el agua que iba tomando a los largo del
día. Al principio tenía que cerrar el velo del paladar para no notar el sabor
salado lejano. Poco a poco me fui acostumbrando tanto que casi no me gustaba el
agua dulce que salía del grifo. Qué cosas… El agua del mar está rica, no es
desagradable de tragar. Había veces que directamente por la mañana lo primero
que tomaba era medio vaso de agua de mar. Lo hacía para “arrancar la máquina”, para
empezar el día con un chute alcalino.
Después de un mes y medio tomando agua de mar a diario, volví
a hacerme la analítica y los resultados en sangre y orina fueron los siguientes
(lo más destacable, porque en general los índices eran los mismos que sin
tomarla)
.- Las defensas habían subido. El agua de mar hacía el
efecto de “vacuna” manteniendo el nivel de linfocitos más alto de lo normal. El
cuerpo había reaccionado y se mantenía en “estado de alerta”. Este estado
prevenía la entrada de otras bacterias, aumentando el nivel de defensas en la
sangre.
.- La velocidad de la sangre había aumentado. Me explicó mi
médico que mi sangre era menos espesa, lo que favorecía la correcta circulación
( la circulación de retorno en las piernas, por ejemplo) y agilizaba el trabajo
del corazón.
.- En cuanto al PH de la orina, vimos que no había cambiado
con respecto al anterior.
Me comentó que, sin haber grandes cambios en la composición
de la sangre ni residuos extraños en orina, la conclusión era que tomar agua de
mar no perjudicaba al organismo a niveles químicos. Sin embargo, anímicamente y
a nivel de energía diaria, yo notaba que me estaba aportando muchos beneficios
tomarla. Así que sus palabras fueron “Puedes seguir tomándola si te aporta esos
beneficios porque mal no parece que te esté haciendo”
Conforme iba acostumbrándome al hábito del agua del mar, lo
iba usando para otras cosas:
.- Para cepillar los dientes por la noche, enjuagar la boca
y como último sorbo de agua antes de dormir.
.- Para ayudar las digestiones pesadas. Para esto no tienes
más que beber directamente agua de mar en medio vasito, como si tomaras agua
con bicarbonato y limón. El efecto es exactamente el mismo e inmediato.
.- Para limpiar las fosas nasales cuando los niños andan
medio resfriados o con la alergia primaveral. Con ayuda de una jeringuilla
directamente lo meto por la nariz y muevo la cabeza de un lado al otro para que
moje las fosas nasales por dentro.
.- Para los dolores de oído. Unas gotas de agua de mar
directamente en los oídos por la noche, antes de dormir y el dolor de oídos
desaparece, así como la inflamación si la hubiera.
.- Para secar el herpes labial. Cuando aparecen los primeros
síntomas de herpes mojo un algodón en agua de mar y lo pongo encima de las
pupas. Dejo que se seque solo, sin frotar con nada y el herpes se seca en dos o
tres días.
.- Para hacer enjuagues cuando hay aftas (llagas) en las encías
o en la lengua. Si realizas enjuagues sólo de agua de mar verás como se “anestesian”
y se cierran antes de que vayan a más.
.- Para quemaduras por exposición al sol. Después del baño,
aplico sobre la piel con ayuda de un algodón empapado en agua de mar y dejo que
seque al aire. Esto alivia la quemazón , desinflama la piel y la recupera
antes.
.- Para usar en los lavados genitales cuando hay prurito por
alguna reacción alérgica o en épocas de candidiasis. Después de lavar la zona,
el último enjuagado lo hago con agua de mar y seco con una toalla sin frotar,
solo presionando suavemente hasta que el exceso de agua se quite.
Estos consejos están basados en mi experiencia personal, por supuesto. En cualquier página dedicada más en profundidad podréis encontrar las bases científicas si quereis indagar un poco más. A mi me ha funcionado todo lo que estoy comentando.
En cuanto a la conservación del agua de mar en casa, deciros
que no se corrompe ni pierde propiedades. Al día siguiente de haberla cogido
verás como la arena que tiene se ha ido al fondo, no hace falta filtrarla ni hervirla.
Ella sola se mantiene en perfectas condiciones. Puedes tener tu bidón con agua
durante meses sin que se altere. No crecen bichos, ni se pone verde de algas,
ni huele mal, ni se enturbia… Nada. Yo lo he comprobado en casa y puedo decir
con conocimiento de causa que si llenas un vaso con agua dulce y otro con agua
de mar, las dos son exactamente igual de cristalinas.
Más abajo os dejo algunos enlaces a páginas donde he
recabado información. Para leer sobre este tema tendréis que abrir vuestra
mente. No os dejéis llevar por prejuicios, por la pinta de las personas que
cuentan sus experiencias. No os lo creáis todo ni desconfiéis a priori. La
mejor información la tendrás de tu propia experiencia. Recordad que estamos
hablando del agua de mar, no de ningún compuesto químico, ni de ningún remedio
milagroso. El mar es el origen de la vida, contiene toda la información biológica
del origen de nuestro planeta. El mar no es un “enemigo”, nos hemos apartado de
él olvidando que venimos de ahí.
Tomar agua de mar es como llenarte por dentro de la energía
del “gigante azul”. El mar está lleno de vida, es el gran desconocido. En mi
casa ya no falta nunca.
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