Tercer día !! Ya ha pasado lo peor...
69.5 Kg
3.5 Litros de agua
1 vaso de limonada sin azúcar
1 taza de rooibos con canela
Hoy ya he sentido el profundo descanso de la noche. Me he despertado a las 4 de la madrugada y a esa hora me hubiese puesto a hacer cosas sin dudarlo.
Me he quedado en la cama y me he vuelto a dormir después de media hora. Ha sonado el despertador y me he puesto de pie sin sensación de cansancio. Cuando me he mirado al espejo he visto otro de los síntomas del ayuno: no tenía los ojos hinchados después de dormir.
Cuando comemos por la noche y nos acostamos al poco tiempo, el cuerpo no puede hacer su función de regeneración nocturna. Por la noche es cuando se regeneran las células. Si estamos en el trabajo de la digestión el cuerpo no tiene energía para hacer las dos funciones (digestión y regeneración) Cuando ayunas toda la energía va hacia la regeneración, así que no has sobrecargado de trabajo a tu cuerpo, por eso descansas mejor y no tienes signos de fatiga cuando te levantas.
Después de tomar mis dos vasos de agua, me he hecho una limonada con dos limones pequeños y agua. Tomar limón alcaliniza el organismo y eso ayuda a depurar toxinas.
Me he pasado toda la mañana de compras. En el súper no he podido evitar comprar frutas tropicales. Estaban a muy buen precio y en su punto de maduración. He comprado plátanos canarios, aguacates y mangos. Los he cortado y los he congelado para hacerme batidos cuando vuelva a comer. Mmmmmmm!!
He estado en una reunión familiar también y no he sentido tentación con las copas del delicioso vino fino de mi tierra, ni con los langostinos. He bebido agua y me he reafirmado en que estoy haciéndome mucho bien.
Por la tarde he ido a trabajar con normalidad. Ya no tengo el mal humor de los dos días pasados (sobre todo del primer día) Mis clases han sido intensas y muy interesantes. Cuando ayuno doy las mejores clases, tengo la mente muy receptiva con los alumnos y puedo darles los mejores consejos. Me gusta muchísimo dar clases en ayuna.
Hoy he vuelto a mascar chicle...que horror. Compré una tableta y, al llevarla en el bolso, no soy capaz de dejar de mascar. Sólo he mascado cuatro, pero hoy sí será el último día.
Por cierto, cuando pelaba y cortaba los mangos no me he podido resistir y he chupado un poco un hueso. Dios...es que ese olor es irresistible!!
No pasa nada si sentimos que hemos fallado. Somos humanos y esas pequeñas cosas pueden pasar. Nos debemos permitir ser imperfectos. Reconocer nuestras imperfecciones nos hará más felices.
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